viernes, 28 de septiembre de 2007

NUESTRA ALEGRE JUVENTUD

NUESTRA ALEGRE JUVENTUD
(Por Eugenio B.)


Cuantos eran, eran muchos, conocidos y por conocer.
Vociferar allí, criticar allá, oponerse, criticar.
Algunos marcharon, se movilizaron, otros pensaron, escribieron, y hasta se organizaron.

No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague.
Cuando llegó el momento de mirarse los unos a los otros en público, y cada uno frente al espejo en privado, se tomaron decisiones, opciones, aquello que siempre implica pervivir algo y matar otro tanto.

No quedó nadie, mas bien, casi nadie, que en relación a la ínfima cantidad de los que quedamos, podemos decir que se fueron todos.

Simplemente fue aquella alegre juventud. Para ellos fue un momento, algo que contar a sus hijos, o una forma de castigar a sus padres, quizá una forma de darse a conocer o más aún, de existir, quizá la vanidad les impedía ser unos mas del montón, tenían que, por cualquier medio, exponerse, imponerse, y dejar atrás esa gran fragilidad.

Algunos lograron pequeños puestos que nunca se imaginaron, puestos con nombres, para otros fue ganarse un respeto que nunca soñaron y elevaron sus nombres a la categoría de personajes, para una gran mayoría fue simplemente pertenecer a algo, a algo choro eso si, para después pasar a la vida tranquila del anonimato.

Han pasado muchos años ya, y lamentablemente todo lo que se intuyó en aquellos tiempos se cumplió (después me dirán que el problema es la intuición). Todo fue simplemente una moda, una etapa, los corazones que vociferaban, que marchaban, que escribían, eran fríos, algunos calculadores, algunos pusilánimes, otros enfermizos y secos, podridos.

Peligrosamente ese pasado juvenil se transformó en un obstáculo, y cuando se trata de alcanzar algunas monedas, posiciones, o papelitos con membrete donde se señale claramente que existen, vaya que se les vio salir corriendo a trastabillones por lo que se pudiese alcanzar, despojándose sin dudar de todo pasado obstaculizante y ahora casi vergonzoso.

Ahora criticaran con auspicio, con respaldo, con dinero en los bolsillos, y eso, claro está, es ser realista, ahora, jota a jota a, ahora vivirán una alegre adultes. me imagino, (después me dirán que el problema es la imaginación).
Vociferaran, pero con eufemismos y más despacito, escribirán, según la línea editorial y el auspicio, cobraran según como lo hayan lamido, sentirán que están haciendo un gran aporte a la sociedad, se irán a sus casas, tomaran del bueno, en sus asados y reuniones, criticaran “el modelo”, así, hasta el día de su última bocanada de oxigeno (único momento en el que realmente harán un gran aporte a la sociedad).
Hablaron de sueños y basto el sonido de dos monedas chocando para que despertasen, hablaron en contra de las jerarquías y basto ponerles una escalera a la derecha para que quisiesen subir por ella, hablaron en contra de la autoridad y como recurrieron a ella para que les certificaran que son alguien, hablaron de racionalidad y bastó ver sus vidas....